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La dieta más saludable no tiene apellido

Actualizado: Jue, 30/01/2014 - 09:09

@JulioBasulto_DN

El libro “Nutrición y salud”, del renombrado médico español Francisco Grande Covián, vio la luz en 1981. En dicho año, la base de datos de artículos de investigación biomédica PubMed recogió unas 2.200 investigaciones en las que aparecía la palabra “nutrition” (nutrición). En 2013 la cifra se multiplicó por ocho: 17.400 investigaciones. La búsqueda podemos completarla con otras palabras clave, tales como “dieta”, “dietético”, “dietoterapia”, “alimentación”, etcétera, lo que dará como resultado cientos de miles de estudios. Si Grande Covián quisiera analizarlos sin los actuales dispositivos informáticos se podría volver loco. Por suerte, sí dispone de dichos métodos un grupo de científicos coordinados por la doctora Elisabet Wirfält, del Grupo de Investigación en Epidemiología Nutricional en la Universidad de Lund (Suecia). Estos investigadores suecos se han arremangado y se han puesto manos a la obra, para publicar enmarzo de 2013 (revista Food & Nutrition Research) un interesantísimo estudio con el siguiente título “¿Qué concluyen documentos de revisión sobre los alimentos y los patrones dietéticos?”.

Su investigación tiene mucho sentido, ya que actualmente las “dietas malsanas” (así las denomina la OMS) van en aumento. En en palabras de Wirfält y colaboradores, tales dietas “se extienden a todo el mundo a un ritmo acelerado”. ¿Y qué tienen de peligroso dichas dietas? Pues que incrementan el riesgo de padecer “enfermedades no transmisibles” como las siguientes, que aunque no tienen nada de glamour, seguro que le suenan sobremanera:

  • enfermedades cardiovasculares (causan 17 millones de muertes/año),
  • cáncer (causa 7,6 millones de muertes /año), y
  • diabetes (causa 1,3 millones de muertes/año)

Las cifras de mortalidad no me las he inventado, las detalló en 2011 la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su documento “Informe sobre la situación mundial de las enfermedades no transmisibles 2010”. Aunque hay otras enfermedades no transmisibles (como ciertos trastornos musculoesqueléticos, respiratorios o mentales), las tres anteriores causan el 60% de todas las muertes, de nuevo según la OMS. Vale la pena detenernos un momento en un análisis sobre esta clase de dolencias, publicado el 7 de septiembre en Lancet, que señaló que el sedentarismo, el tabaquismo, y también las dietas malsanas “están en la raíz del problema”. Su artículo recibió el siguiente título “Progreso acelerado de las enfermedades no transmisibles”. Así que ya ven, la comunidad científica está de acuerdo en algo: tanto las enfermedades más asesinas como los hábitos que las producen vienen pisando el acelerador. No es como para echarse a reír.

Así pues, la investigación de Wirfält y colaboradores viene en buen momento. Su pregunta de base fue la siguiente: ¿cuál es el patrón dietético más recomendable para prevenir las enfermedades no transmisibles?  Su admirable revisión científica constata que las dietas asociadas a un menor riesgo de sufrir las patologías antes citadas cumplen estas tres características:

  1. Se basan en el consumo de alimentos vegetales, es decir, frutas frescas, verduras, hortalizas, legumbres, frutos secos y, cómo no, cereales integrales (arroz integral, pasta integral, pan integral).
  2. Hay una menor presencia (aunque frecuente), de pescado, lácteos bajos en grasas y aceites vegetales.
  3. Existe un aporte muy bajo de los alimentos siguientes: cereales refinados (pasta blanca, pan blanco, arroz blanco, etc), azúcar o alimentos azucarados (bollería, repostería, bebidas azucaradas), y carnes rojas y procesadas.

Pero los científicos suecos también enfocaron sus observaciones al revés, es decir, revisaron en qué se parecen las dietas asociadas a un mayor riesgo de padecer enfermedades crónicas. Seguro que no le sorprenden:

  1. Predominan las carnes rojas y procesadas,
  2. Abunda la “comida chatarra” (“fast food”),
  3. Se priorizan los cereales refinados sobre los integrales y
  4. Se consume de forma habitual alimentos muy procesados y también alimentos superfluos tales como repostería, bebidas azucaradas (mal llamadas “refrescos”), aperitivos salados, etc.

Todas estas observaciones no son inesperadas. Uno de los documentos de referencia en el terreno de la nutrición humana y dietética, denominado “Alimentación, Nutrición, Actividad Física y la Prevención del Cáncer”, refrendado por el Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer, emitió en 2007 recomendaciones similares:

  1. Consumir de forma prioritaria alimentos de origen vegetal.
  2. Limitar el consumo de cereales refinados.
  3. Limitar la ingesta de carne roja y evitar las carnes procesadas.
  4. Evitar el consumo de bebidas azucaradas y consumir “fast food” con moderación, en caso de consumirlo.
  5. Limitar el consumo de bebidas alcohólicas.

Para el equipo sueco, por último, las dietas saludables reciben diferentes nombres (“dieta mediterránea”, “dieta DASH”, “patrón prudente”, etc), algo que varía según el país o del equipo de investigación que las ha evaluado, pero siempre presenta una composición similar. Por ello he titulado este texto “La dieta más saludable no tiene apellido”.

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Bibliografía citada:

  • American Institute for Cancer Research. Recommendations for Cancer Prevention. 5. Limit consumption of red meats (such as beef, pork and lamb) and avoid processed meats. 2013. En línea: http://preventcancer.aicr.org/site/PageServer?pagename=recommendations_05_red_meat
  • Organización Mundial de la Salud. Estrategia mundial sobre régimen alimentario, actividad física y salud. Dieta y actividad física. 2014. En línea: http://www.who.int/dietphysicalactivity/es/ 
  • Organización Mundial de la Salud Informe sobre la situación mundial de las enfermedades no transmisibles 2010. 2011. En línea: http://www.who.int/nmh/publications/ncd_report2010/es/
  • Sacco RL, Smith SC, Holmes D, Shurin S, Brawley O, Cazap E, et al. Accelerating progress on non-communicable diseases. Lancet. 2013 Sep 7;382(9895):e4-5.
  • World Cancer Research Fund / American Institute for Cancer Research. Food, Nutrition, Physical Activity, and the Prevention of Cancer: a Global Perspective. Washington, DC: AICR, 2007
  • Wirfält E, Drake I, Wallström P. What do review papers conclude about food and dietary patterns? Food Nutr Res. 2013;57.

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