La larga crisis económica está llevando a los españoles a modificar sus hábitos alimentarios, entre otras cosas, porque cada vez son más caros servicios básicos como el agua, la luz y el gas. Esto ha llevado a que se haya disparado el consumo de arroz, pollo, huevos y casquería mientras que, por el contrario, desciende el consumo de aceite de oliva y pescado.

Según los datos facilitados por la Encuesta de Presupuestos Familiares elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el gasto de las familias dedicado la compra de huevos ha crecido entre 2007 y 2012 hasta un 36,8%. Asimismo, el destinado a la adquisición de “Despojos, menudillos y casquería” –según reza el epígrafe– ha aumentado un 20%, según recogía en su portada el diario “El Mundo”. A su vez, el gasto total en la compra de pollos sube un 14%, un 13,7% el arroz y un 11,5% las pastas alimenticias.

En el otro lado de la balanza, baja el gasto familiar en quesos en un 55,6%, el de leche en otro 25,3%, el de aceites en un 22,2%, cae en un 20% el dinero que se gasta en patatas, un 17,7% el pescado y, finalmente, un 16,4% la carne de bovino.