Publicado: Jue, 20/02/2014 - 10:40
Actualizado: Jue, 20/02/2014 - 11:01
El glucomanano, un aditivo alimentario que se obtiene de las raíces tuberosas de una planta denominada konjac (Amorphophallus konjac), es un afortunado. Es uno de los pocos (poquísimos) complementos alimenticios que ha recibido la bendición de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, en sus siglas en inglés). En 2010, la EFSA autorizó la siguiente declaración de salud: "El glucomanano, en el contexto de una dieta restringida en energía, contribuye a la pérdida de peso".
La aprobó teniendo en cuenta que el glucomanano es un tipo de fibra dietética no digerible en el intestino delgado que ejercería un efecto de saciedad y reduciría la ingesta de energía. La declaración debe acompañarse de unas cuantas condiciones: es preciso consumir tres dosis diarias con un mínimo de un gramo de glucomanano cada una, tomadas antes de las comidas junto con 1-2 vasos de agua, en el contexto de una dieta hipocalórica y en adultos con un verdadero exceso de peso.
La EFSA aprobó dicha declaración tras revisar de forma concienzuda los estudios disponibles hasta 2010…pero indicó algo importante: que las investigaciones en que basó su postura eran a corto plazo, es decir, ninguna había valorado el efecto del glucomanano en la pérdida de peso más allá de los tres meses.
Pues bien, como estamos en 2014, es momento de actualizar de nuevo los estudios sobre el glucomanano. Es lo que acaban de hacer (febrero de 2014) Igho Onakpoya, Paul Posadzki y Edzard Ernst (no se pierdan el blog de este último, canela en rama) en la revista científica Journal of the American College of Nutrition.
Se trata de un metaanálisis de ensayos aleatorizados controlados (si no saben lo que es un ensayo aleatorizado y controlado pueden ir a la Wikipedia…o también revisar nuestro particular estudio con melones). El objetivo era dilucidar, mediante un cedazo fino, si es verdad verdadera que el glucomanano tiene efecto sobre la pérdida de peso. Y no, no es verdad de la “güena”. Si existe dicha pérdida, no es “estadísticamente significativa”. O dicho con otras palabras: tomar glucomanano es tirar el dinero y perder el tiempo. Y también perder un poquito de salud, por cierto, ya que existen efectos adversos asociados al uso de glucomanano: malestar abdominal, diarrea y estreñimiento.
Como diría Freddie Mercury (Queen): “Another one bites the dust” (“Otro que muerde el polvo”).
P.D. Si se está preguntando si la EFSA retirará la aprobación a la declaración de salud antes citada...bienvenido al club. Yo también me lo pregunto. Ni mi amigo Eduard Baladia (a quien agradezco su apoyo en este texto, y en tantas otras cosas) ni yo no lo tenemos nada claro. Sabemos que existen mecanismos para que declaraciones aprobadas se denienguen, pero no tenemos constancia de que esos mecanismos sean implementados "desde dentro" (es decir, que exista una revisión periódica interna de la validez de las declaraciones aprobadas en función de nuevos datos)...como debería ser.
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Fuente: Onakpoya I, Posadzki P, Ernst E. The efficacy of glucomannan supplementation in overweight and obesity: a systematic review and meta-analysis of randomized clinical trials. J Am Coll Nutr. 2014;33(1):70-8. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/24533610