Publicado: Mar, 07/04/2015 - 08:27
Actualizado: Mar, 07/04/2015 - 08:27
Jéssica Hierro, dietista-nutricionista de “Alimmenta”, responde a una lectora de “Comer o no comer” que explica que desde hace mucho tiempo y, por una cuestión hormonal, tiene que hacer dieta. Al parecer, en último régimen que hizo alguien (desde luego no una persona acreditada) le dejó comer lechuga pero le advirtió que tuviera cuidado con el tomate, especialmente por la noche.
En la actualidad, hay depositadas grandes esperanzas en la crononutrición a raíz del desarrollo de la nutrigenómica (su objetivo es averiguar cuál es la dieta ideal para cada metabolismo en particular en función de la herencia genética y del estilo de vida) y del descubrimiento de los genes reloj. Pese a que hasta hace muy poco se pensaba que una caloría era una caloría, con independencia del momento del día en que se tomara, recientes investigaciones han observado que un mismo alimento no engorda lo mismo si se toma a primera hora de la mañana que a última de la noche, pese a suministrar la misma energía.
Ahora bien, una cosa son algunos estudios incipientes que permiten alentar estas hipótesis y otra muy distinta recomendar tener cuidado con el tomate, especialmente por la noche. El consejo, en todo caso, debería ser no tomar alimentos muy calóricos (el tomate en absoluto lo es, como tampoco la fruta) sea la hora del día que sea.