Publicado: Jue, 04/02/2016 - 08:20
Actualizado: Jue, 04/02/2016 - 08:20
Tras estos intensísimos tres días detox, los resultados empiezan a hacerse visibles. Ha llegado el momento de cosechar lo sembrado. A esta cuarta fase decisiva para el éxito de la dieta de desintoxicación cerebral la hemos llamado: La fase de ESTABILIZACIÓN (en mayúsculas): definitiva y crucial, de por vida
Como bien sabéis, para llegar hasta aquí hemos tenido que superar muchos obstáculos y escalar montañas tan altas como el Himalaya (que cada día está más sucio, por cierto), incluso más... Pero daos las manos y abrazaos los unos a los otros porque tenemos algo que deciros: ¡el esfuerzo ha valido la pena!
Para celebrar la buena nueva, nada mejor que seguir con el proceso de depuración neuronal que iniciamos el lunes con un nuevo mito:
Mito 4: Los zumos verdes y caldos de verduras son el maná de la limpieza interior
Los zumos y batidos verdes se han convertido en el Mister Propper de los gurús de las dietas, bloggers de moda y otros especímenes virtuales y, de vez en cuando, virales. Según sus defensores, parecen concentrar no sólo los beneficios propios de sus ingredientes de origen (las frutas y verduras), sino que además confieren propiedades energéticas, y casi del más allá.
No seremos nosotros quienes nos opongamos al consumo de las reinas y reyes de la salud, las frutas y verduras, con sus apóstoles los arándanos, y su corte de honor formada por la alfalfa, las hojitas de menta y las semillas de linaza. Pero tomarlos licuados, en zumo, batido o caldo no les otorga propiedades excepcionales que no tengan cuando se consumen enteros. Es triste, somos conscientes, pero real como la vida misma.
Si no hemos podido encontrar ningún estudio científico que nos confirme la necesidad (y posibilidad) de depurar el organismo, mucha menos evidencia hemos encontrado que nos confirme que los zumos verdes depuran, limpian el interior del organismo o rejuvenezcan. Eso sí, están muy buenos, aunque (y es una lástima) ni curan la anemia, ni la artritis, ni la dermatitis, ni los calculos biliares, ni nada que se le parezca.
Nunca está de más recordar que el efecto de la fibra dietética no es el mismo en alimentos masticados que en zumos (aunque sea de verduras). Es más, aunque algunos lo consideren impío y tóxico a más no poder, intenta comer la fruta y verdura entera y preferiblemente con piel, porque allí es donde se localizan los antioxidantes en mayor número. Eso sí, puedes tomar un batido de color verde los días que quieras porque no es pecado, aunque si te preocupa tu salud comerse la fruta entera da todavía mejor resultado.
Como te explicamos en “Comer o no comer” en su momento, la parte externa de las frutas y verduras tiene, en general, más vitaminas, micronutrientes y antioxidantes que la pulpa. Del mismo modo, la piel concentra más fibra, algo muy interesante para el organismo ya que favorece el tránsito intestinal y ayuda a regular el nivel de glucosa y colesterol en sangre.