Publicado: Lun, 22/10/2018 - 09:49
Actualizado: Lun, 22/10/2018 - 09:49
Refrigerar y/o congelar ciertos alimentos es importante “no sólo para preservar la calidad y las propiedades nutritivas y organolépticas, sino también para mantener al alimento en condiciones adecuadas de seguridad”, tal y como nos recuerda la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) en sus recomendaciones Colocar de forma segura.
La AECOSAN explica que los alimentos que requieren refrigeración “se alteran principalmente por la acción de las bacterias, que son muy activas a temperatura ambiente. Entre los 5ºC y los 65ºC, la mayoría de microorganismos potencialmente patógenos crecen rápidamente y se multiplican en muy poco tiempo. El frío no destruye los microorganismos, pero sí hace más lento o detiene su desarrollo”. Asimismo, aunque una buena cocción puede llegar a destruir total o parcialmente microorganismos patógenos, se trata de no ponérselo fácil para que proliferen, es decir, de “mantener una temperatura de conservación apropiada”.
Colocando en la nevera
Además, “para evitar que unos alimentos contaminen a otros, es importante colocar apropiadamente los alimentos en la nevera según sus necesidades de conservación” y es preciso separar los alimentos crudos de los cocinados. La AECOSAN recomienda proceder así:
- En el estante superior: alimentos cocinados (sobras de comida envasadas, recipientes con conservas no utilizadas en su totalidad, etc.)
- En el estante del centro: huevos, productos lácteos y embutidos.
- En el estante inferior: alimentos crudos, carnes, aves y pescados, siempre envasados y separados adecuadamente, y productos en descongelación, así evitaremos goteos y derrames.
- En la puerta: bebidas o alimentos con un consumo frecuente, como leche, refrescos o zumos.
- En el verdulero: Frutas y verduras.
También debes tener en cuenta lo siguiente:
- Utiliza envases y tapas para evitar que los alimentos crudos “contaminen” los alimentos cocinados o listos para el consumo
- Los alimentos que se quieran descongelar deben colocarse en envases tapados y situarse en el estante inferior para que el exudado que desprenden las carnes o pescados no caiga encima de otros alimentos y los contamine.
- Es aconsejable limpiar con frecuencia el interior de la nevera y siempre que se produzcan derrames o goteos.
- Se debe cumplir con la máxima: "First in, First out” o “lo primero que entra es lo primero que sale". De esta manera, consumiremos primero aquellos productos con una fecha de caducidad más próxima.
Especial atención a los huevos
La AECOSAN pide una mayor atención a la hora de manipular huevos ya que se pueden evitar toxiinfecciones alimentarias siguiendo unos simples consejos:
- Hay que evitar cambios de temperatura bruscos en su conservación (es por ello que se deben guardar en el estante del centro de la nevera y no en las hueveras que algunas neveras presentan en la puerta pues ese espacio sufre mayores cambios de temperatura al abrir y cerrar la puerta).
- Los huevos no deben lavarse ni limpiarse antes de refrigerar pues ello daña una película protectora frente a las bacterias (Lava los huevos al sacarlos de la nevera y no al meterlos).
- Saca los huevos del frigorífico justo antes de sus uso.
- Saca solo las unidades que vayas a utilizar.
- Cocina correctamente los alimentos que lleven huevo, hasta que la clara y la yema estén cuajadas.