Publicado: Lun, 03/06/2013 - 09:31
Actualizado: Sáb, 31/08/2013 - 13:10
¿Los alimentos ecológicos son nutricionalmente muy superiores a los que no lo son? Como ser o no ser, esa es la cuestión. Aunque se trata de un tema polémico como pocos, debe abordarse con el mismo rigor con el que se enfoca cualquier otro aspecto relacionado con la salud pública.
Hasta 2008, los estudios sobre las posibles diferencias dietético-nutricionales entre los alimentos orgánicos y los convencionales habían sido bastante poco aclaratorios. Se observaba alguna diferencia, sí, pero no las suficientes como para poderlas proclamar en voz bien alta...
En agosto de 2008, por ejemplo, un estudio llevado a cabo por investigadores del Departamento de Nutrición Humana de la Universidad de Copenhague (Dinamarca), que publicó la revista Journal of the Science of Food and Agriculture, aportó algo más de luz al respecto. El estudio estimó que no existen razones científicas como para sostener que la comida orgánica es mejor (desde un punto de vista nutricional…) que la que crece con pesticidas y productos químicos. Los expertos analizaron zanahorias, coles, guisantes, manzanas y patatas tras su cultivo en tres medios:
- en tierra con poca cantidad de estiércol,
- en estiércol con pesticidas,
- en una combinación de tierra con fertilizantes minerales y pesticidas.
El resultado fue que no hubo diferencias nutricionales de consideración tras la cosecha. No contentos con estos datos, los investigadores alimentaron durante dos años con sendas cosechas a tres grupos de animales y tampoco observaron disensiones dignas de ser tenidas en cuenta. En vista de ello, la doctora Susanne Bügel, investigadora principal del estudio afirmó:
«Nuestras conclusiones no comparten la creencia de que los alimentos cultivados de forma orgánica contengan más nutrientes que aquéllos sembrados de manera convencional».
En septiembre de 2009, un grupo de investigadores de Londres publicó una revisión sistemática de la literatura científica sobre si son o no son más nutritivos los alimentos orgánicos y concluyó:
«No hay evidencias que muestren diferencias en la calidad nutritiva entre los productos alimenticios cultivados de forma orgánica o de forma convencional».
Un año después, un estudio aparecido en la revista “Food and chemical toxicology” resolvió que “en términos de salud pública, no hay pruebas suficientes para recomendar el consumo de hortalizas orgánicas orgánica en vez de las convencionales”.
La última revisión sistemática de la literatura científica se publicó en septiembre de 2012 en la revista Annals of Internal Medicine. Tampoco observó diferencias en cuanto a nutrientes. En los ecológicos parece haber más fósforo, pero ello no es relevante ya que la deficiencia de fósforo es muy poco frecuente en Europa. Sí se detectaron, sin embargo, menos pesticidas en los ecológicos, aunque los niveles en ambos alimentos estaban dentro de los límites de seguridad. La postura más reciente de una entidad sanitaria de referencia como la Academia Americana de Pediatría (AAP) sostiene que, pese a que “se ha demostrado que la agricultura ecológica ejerce un menor impacto ambiental que los enfoques convencionales”, (…) “la evidencia actual no apoya ningún beneficio nutricional de los alimentos orgánicos en comparación con los alimentos convencionales”, en tanto (…) “no hay estudios en humanos bien realizados que demuestren directamente beneficios para la salud o para la protección de la enfermedad como resultado de consumir una dieta orgánica”.
En suma, si bien la agricultura ecológica ejerce un menor impacto ambiental, tal y como reconoce la AAP, no se debería afirmar, como se pregona desde diversos círculos, que los alimentos ecológicos tienen muchísimos más nutrientes, vitaminas, minerales, antioxidantes, oligoelementos, micronutrientes, etc. que los que no lo son.