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¿Es la piña digestiva?

Actualizado: Mar, 19/05/2015 - 09:55

@NutricioiEsport

Lola Mengot, una lectora de “Comer o no comer”, pregunta si es cierto que la piña ayuda a hacer mejor la digestión. Y algo más: si es verdad que para conseguir que la carne sea más tierna, va bien añadir antes de cocinar un chorrito de zumo de piña. Cristina Lafuente, dietista y nutricionista de “Alimmenta”, responde a las dos cuestiones.

Aprovechamos la ocasión, para refrescar una serie de conocimientos sobre la piña extraídos del “Diccionario de frutas” de la campaña “5 al día”:

Piña
Ananas comosus

La piña pertenece a la familia de las bromeliáceas. Se trata de un fruto compuesto (formado por la unión de los frutos de varias flores alrededor de un eje carnoso), de gran tamaño (incluso de dos kilos), con cáscara gruesa y dura, con escamas de color marrón y que tiene en uno de sus extremos un conjunto muy vistoso de hojas verdes. Su pulpa es amarillenta, aromática y bastante dulce con tintes ácidos.

Es originaria de Sudamérica, concretamente de Brasil. Allí fue donde la encontraron los colonizadores españoles y portugueses. Fue precisamente Cristóbal Colón quien la trajo a España desde la isla Guadalupe en 1493. Actualmente su cultivo está muy extendido en las regiones tropicales de América, Asia y Oceanía. Hawai, Tailandia y Brasil son los principales productores. 

La piña solo madura satisfactoriamente en la planta. Su contenido en hidratos de carbono y en principios activos se duplica en las últimas semanas de maduración, por lo que los frutos recolectados prematuramente resultan ácidos y pobres en nutrientes. Asimismo, existe una amplia variedad en cuanto al contenido en azúcares y ácidos, y por lo tanto en su sabor, en función de la procedencia de la piña.

Si ha sido bien madurada contiene alrededor del 11% de hidratos de carbono. Las vitaminas más abundantes son la C, B1 y B6. Como la mayoría de frutas, también es importante su contenido en potasio y magnesio. 

Entre los componentes no nutritivos de la piña, destacan los ácidos orgánicos, cítrico y málico responsables de su sabor ácido.

Contiene bromelina o bromelaína, enzima o fermento de acción proteolítica, capaz de romper las moléculas de proteína dejando libres los aminoácidos que las forman. Por ello se usa en la industria alimentaria para ablandar carnes y hacerlas más tiernas.

En el tracto digestivo, la bromelaína facilita la digestión de las proteínas al igual que lo hace la pepsina, enzima producida en el estómago que forma parte del jugo gástrico. Pese a que es habitual encontrar afirmaciones que relacionan el consumo de pila con supuestos beneficios en afecciones de estómago como hipoclorhidria o falta de jugos, no hay estudios que evidencien estos efectos en humanos. En algunos trabajos se revisa el papel de la bromelaína en los trastornos digestivos, pero los estudios combinan este compuesto con otros enzimas, y se administra en dosis mucho más altas que las que contiene la piña. Por ello, dichas afirmaciones a día de hoy no tienen sustento científico.

Algunos autores también confieren a la bromelaína un efecto antiinflamatorio, antiedematoso, antitrombótico y fibrinolítico, aunque los estudios al respecto no han sido llevados a cabo en humanos, sino in vitro y en animales. Se han hecho algunos estudios en humanos evaluando algunos de dichos efectos, pero cabe destacar que las dosis utilizadas son muy superiores a las que se podrían obtener con el consumo habitual de piña. 

Una forma bastante habitual de consumir la piña es en conserva. Tras este procesado, la piña mantiene algunas de sus vitaminas y minerales, pero es pobre en su enzima bromelina que se degrada con facilidad y además resulta más calórica puesto que se conserva en almíbar, una solución azucarada.

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