Publicado: Vie, 25/04/2014 - 09:29
Actualizado: Mié, 17/02/2016 - 09:53
Tomar suplementos vitamínicos, minerales o plantas medicinales y medicarse, a la vez, con un fármaco puede producir efectos secundarios perjudiciales para la salud, tal y como señala la Academia estadounidense de médicos de cabecera en su artículo Drug-Nutrient Interactions and Drug-Supplement Interactions. En otra entrada anterior de nuestra web recogimos las observaciones de la citada academia respecto a las posibles interacciones medicinas-nutrientes. A continuación, traduciendo literalmente para mantener fidedignamente las indicaciones de esos expertos, exponemos qué nos dicen sobre las posibles interacciones medicina-suplemento.
¿Qué es una interacción medicina-suplemento?
Casi la mitad de los estadounidenses dicen haber tomado algún suplemento alimenticio. Un complemento alimenticio es una vitamina, mineral o planta medicinal que tomas para mejorar tu salud o bienestar. Sin embargo, tomar suplementos alimenticios junto con medicamentos puede producir efectos secundarios. Los suplementos pueden alterar la manera en que la medicina actúa, o la manera en que el cuerpo asimila o utiliza el medicamento.
Por ejemplo, la hierba de San Juan, un suplemento alimenticio popular, puede afectar a muchos medicamentos diferentes, incluyendo los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS). Tomar hierba de San Juan mientras se toma un ISRS puede provocar altos niveles de serotonina en el cuerpo (conocido como “síndrome serotonínico”).
¿Estoy en riesgo de una interacción medicina-suplemento?
Quienes toman dos o más medicamentos y quienes toman medicinas para controlar una dolencia crónica (como diabetes o diversas enfermedades del corazón) están expuestos a un mayor riesgo de sufrir una interacción medicina-suplemento. Asimismo, hay otros grupos que han de adoptar especiales precauciones:
- Ancianos
- Quienes sufren enfermedades cardiovasculares, diabetes o desórdenes psiquiátricos.
- Quienes toman un medicamento y a la vez un suplemento para tratar, con cada uno de ellos, la misma dolencia.
En este sentido, es importante avisar al médico de que estás tomando algún suplemento alimenticio. Llévale una lista de todas las vitaminas, minerales y plantas medicinales que estés tomando y que él decida.
Hasta aquí el consejo de la academia norteamericana. Añadimos de nuestra propia cosecha que aunque está muy extendida la creencia de que las hierbas no interactúan con fármacos sintéticos, es una idea equivocada. A continuación reproducimos un extracto de un estudio publicado en “The Lancet” elaborado por científicos de la George Washington University School of Medicine and Health Sciencies de Pensilvania (EE.UU.) del que se hizo eco en su día la periodista Alejandra Rodríguez en “El Mundo Salud”:
- Palmera. Combinar las semillas de la palmera Areca catechu con neurolépticos y tranquilizantes puede ocasionar rigidez y parálisis muscular, bradiquinesia (lentitud extrema de los movimientos) y temblor de las mandíbulas. Si se toma junto con broncodilatadores como el albuterol, puede provocar ataques de asma.
- Guindilla. Su contenido en capsaicina puede causar fuertes ataques de tos cuando se administra junto con inhibidores de la ACE (antihipertensivos). Además, la cayena potencia los efectos de la teofilina, un alcaloide que contienen las hojas del té y que se usa como diurético, vasodilatador, relajante de los músculos lisos y estimulante cardiaco, en el asma bronquial y para tratar la angina de pecho.
- Danshen. Esta hierba (Salvia Miltiorrhiza) que la medicina tradicional china usa para tratar la aterosclerosis no debe combinarse con la warfarina (anticoagulante) porque pueden producirse hemorragias. Este riesgo también existe cuando se usa la warfarina junto con la Uña del diablo (Harpagophytum procumbens), el ajo (Allium sativum) y con el Dong quai (Angelica sinensis).
- Ginkgo. El Ginkgo biloba (…) no debe consumirse con aspirina, paracetamol o medicamentos que contengan cafeína y ergotamina (un alcaloide de los antimigrañosos). De lo contrario, pueden aparecer hematomas subdurales y derrames oculares. Junto con la warfarina, el ginkgo puede provocar hemorragias cerebrales y, con algunos diuréticos, puede llegar a causar hipertensión.
- Ginseng. El Panax ginseng es uno de lo remedios chinos más populares. Este producto con supuestas propiedades revitalizantes [algo que no ha sido probado por estudios rigurosos] no debe mezclarse con alcohol ni estimulantes y no deben tomarlo los enfermos cardiacos. Si se combina con antidepresivos puede ocasionar dolores de cabeza, temblores y episodios de manía.
- Fibra guar. Este producto, muy usado en las dietas de adelgazamiento por supuestos efectos sobre la saciedad o para prolongar la retención gástrica [aunque la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria no opina lo mismo]. Los que lo tomen deben tener en cuenta que medicamentos como el paracetamol o la digoxina se asimilarán más lentamente.
- Hipérico. Este “antidepresivo natural” [ojo: los estudios rigurosos no sustentan tal afirmación] no debe tomarse junto con anticonceptivos que contengan etiniloestradiol o desogestrel para evitar hemorragias. Tampoco debe combinarse con inhibidores de la recaptación de la serotonina ni otros antidepresivos, ya que pueden producirse letargo, arritmias, confusión mental y desniveles en el equilibrio de serotonina en el cerebro.
- Valeriana. Este supuesto relajante suave e inductor del sueño [de nuevo, los estudios serios no son nada concluyentes al respecto], no debe mezclarse con alcohol ni con tranquilizantes. Tampoco deben tomarlo las embarazadas.
Según los autores de esta revisión, las autoridades sanitarias deberían preocuparse más por el etiquetado de los productos herbales ya que sus prospectos no suelen reflejar los principios activos que contienen ni las interacciones que pueden tener con otros compuestos (sintéticos o no). Finalmente, piden a los médicos que pregunten a sus pacientes si siguen algún tratamiento con hierbas para saber lo que pueden recetar sin problemas. Por su parte, el enfermo debe advertir a su facultativo de los productos fitoterapéuticos que esté tomando, sobre todo si va a pasar por quirófano, ya que algunas plantas como el ajo, el ginkgo o el hipérico interfieren con la anestesia.