Publicado: Vie, 22/03/2013 - 18:01
Actualizado: Mié, 18/11/2015 - 12:55
Cuando en cocina se utiliza el adjetivo “al dente” –que en italiano significa “al diente”– se quiere expresar que las verduras estén “crujientes” y ofrezcan cierta resistencia al ser mordidas o que la pasta tenga una consistencia firme (y lo mismo el arroz, aunque aquí se suele utilizar más la expresión “al punto”). Una cocción de la pasta más prolongada contribuye a que sea más digerible.
Esto puede ser hasta cierto punto interesante con las pastas integrales, sobre todo, en personas que, por la razón que sea, no tienen costumbre de tomar mucha fibra. Ahora bien, también hay expertos que avisan que la pasta muy cocinada es susceptible de contribuir en mayor medida a la ganancia de peso debido a que los carbohidratos (al tener mayor carga glucémica) se absorben más rápidamente. Sin embargo, no hay evidencias científicas sólidas que permitan sustentar esta teoría. En todo caso, hervir la pasta más o menos tiempo no determina que sea más o menos saludable. Ciertamente, hervir mucho la pasta contribuye a una pequeña pérdida de nutrientes, aunque la diferencia no debería ser tomada en consideración. En definitiva, comer la pasta más o menos cruda es, por encima de cualquier otra consideración, una cuestión de gusto.