Publicado: Vie, 07/02/2014 - 10:04
Actualizado: Vie, 07/02/2014 - 19:01
El resumen es el siguiente: la irradiación de alimentos se utiliza para alargar la vida y las propiedades de los alimentos frescos y reducir posibles riesgos relacionados con la presencia de microorganismos. Precisamente porque es un tema algo polémico, en tanto en el pasado hubieron algunos problemas con animales de laboratorio que consumieron dietas con alimentos irradiados, publicamos este artículo donde reseñamos que pese a que la expresión “producto irradiado” tiene una connotación negativa en la población en general, no presenta ningún peligro para la salud de las personas siempre que se efectúe de acuerdo con la legalidad y, en este sentido, a las dosis autorizadas.
Por lo demás, y según publicó “Consumer” el 26 de mayo de 2010, “algunas investigaciones han descrito cambios de color en carnes, pescados, frutas y queso, modificaciones de textura en carnes por rotura de fibras, alteraciones del sabor por rotura de proteínas y por el enranciamiento de las grasas. Por otro lado, se sabe que se producen pérdidas de vitaminas hidrosolubles (C y B1 o tiamina), aunque similares a las producidas por cualquier otro tipo de aplicación de calor (cocido o hervido, etc.) y de vitaminas liposolubles A y D, por enranciamiento de grasas en productos tales como la mantequilla”.
Sin embargo, y en previsión de que la lectora o el lector frunzan el ceño al leer lo anterior, hacemos un nuevo resumen tras este segundo párrafo: según la FDA, “la irradiación no hace que los alimentos sean radioactivos, no compromete la calidad nutricional ni cambia perceptiblemente el gusto, la textura o la apariencia de los alimentos. De hecho, cualquier cambio que provoque la irradiación es tan mínimo, que no es fácil distinguir si un alimento ha sido o no irradiado".
Dicho lo cual, la irradiación de alimentos o la aplicación de radiaciones ionizantes a los mismos es -según la explicación de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN)- un proceso físico no térmico que se puede utilizar para destruir ciertos microorganismos presentes en las viandas. A partir de ahí, tanto puede utilizarse para prolongar la vida de los alimentos que para reducir posibles riesgos relacionados con la presencia de microorganismos patógenos. Por su parte, la Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) expone que “al igual que la leche pasteurizada y las frutas y verduras enlatadas, la irradiación puede hacer que los alimentos sean más seguros para el consumidor”.
Para qué alimentos se ha aprobado la irradiación
Tanto la FDA como la AESAN –esta última, siguiendo las pautas de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA por sus siglas en inglés) coinciden en que la irradiación de alimentos es un proceso seguro y que no existen riesgos asociados con el consumo de alimentos irradiados. Ahora bien, la normativa en la unión Europea se distingue de la estadounidense en cuanto a los alimentos que han sido aprobados para ser irradiados. Así, según un informe del Comité Científico de la AESAN, “la Unión Europea autoriza únicamente la irradiación de hierbas aromáticas secas, especias y condimentos vegetales a una dosis máxima de irradiación de 10 kGy” [el kilogray es una unidad que mide la dosis absorbida de radiaciones ionizantes por un material] aunque “algunos estados miembros autorizan en sus respectivas legislaciones nacionales la irradiación de otros tipos de alimentos e ingredientes alimentarios” (ver lista).
Por su parte, para el territorio estadounidense, la FDA ha aprobado la irradiación de los siguientes alimentos: carne de res y de cerdo, carne de ave, moluscos (por ejemplo, ostras, almejas, mejillones y vieiras), huevos, frutas y verduras frescas, lechugas y espinacas, especias y condimentos, semillas para germinar (por ejemplo, brotes de alfalfa).
Tanto en la UE como en EEUU, en todo alimento irradiado debe por normativa figurar la etiqueta indicativa de que ha sido sometido a ese proceso.
Cómo se irradian los alimentos
La FDA señala estos tres tipos de radiación como aprobadas para irradiar alimentos:
- Los rayos gamma se emiten desde formas radioactivas del elemento cobalto (cobalto 60) o del elemento cesio (cesio 137). La radiación gamma se usa en forma rutinaria para esterilizar productos médicos, dentales y para el hogar y también para el tratamiento de radiación del cáncer.
- Los rayos X se producen por la reflexión de un flujo de electrones hiperenergéticos de una sustancia objetivo (por lo general un metal pesado) hacia el alimento. Además, los rayos X se usan ampliamente en la medicina y en la industria para producir imágenes de estructuras
- El haz de electrones (o e-beam) es bastante similar a los rayos X y es un flujo de electrones impulsados por un acelerador de electrones hacia el alimento.
Las razones para irradiar alimentos, según la normativa europea:
Tal y como explicita la AESAN conforme a la legislación comunitaria, la irradiación de productos alimenticios sólo podrá autorizarse cuando:
- Esté justificada y sea necesaria desde el punto de vista tecnológico.
- No represente peligro para la salud y se lleve a cabo de acuerdo con las condiciones propuestas.
- Sea beneficiosa para el consumidor.
- No se utilice como sustituto de medidas de higiene y medidas sanitarias ni de procedimientos de fabricación o agrícolas correctos.
Asimismo, según la normativa europea, la irradiación de productos alimenticios sólo se podrá utilizar para los siguientes fines:
- Reducción de los riesgos de enfermedades causadas por los productos alimenticios mediante la destrucción de los organismos patógenos.
- Reducción del deterioro de los productos alimenticios, frenando o deteniendo el proceso de descomposición y destruyendo los organismos responsables de dicho proceso.
- Reducción de la pérdida de productos alimenticios debida a procesos de maduración prematura, germinación o aparición de brotes.
- Eliminación, en los productos alimenticios, de los organismos nocivos para las plantas y los productos vegetales.
Las razones para irradiar alimentos, según la normativa estadounidense:
La FDA, por su parte, indica que “la irradiación puede servir para muchos propósitos”, como los que siguen:
- Prevención de enfermedades transmitidas por los alimentos– La irradiación se puede usar para eliminar de forma efectiva los organismos que producen enfermedades transmitidas por los alimentos como Salmonella y Escherichia coli (E. coli).
- Conservación –La irradiación se puede utilizar para destruir o inactivar los organismos que producen la descomposición y para extender la vida de los alimentos en el anaquel.
- Control de insectos –La irradiación se puede emplear para destruir insectos en el interior o sobre frutas tropicales importadas a los Estados Unidos. Además, la irradiación disminuye la necesidad de usar otras prácticas para el control de plagas que pueden dañar la
- Retraso de la germinación y la maduración –La irradiación se puede usar para inhibir la germinación (por ejemplo, de los porotos) y para retrasar la maduración de la fruta y aumentar su duración.
- Esterilización – La irradiación se puede usar para esterilizar alimentos que luego se pueden almacenar durante años, sin necesidad de refrigeración. Los alimentos esterilizados se pueden usar en hospitales para pacientes con sistemas inmunológicos gravemente dañados, como los pacientes con SIDA, o que están sometidos a quimioterapia. Los alimentos esterilizados por medio de la irradiación están expuestos a niveles de tratamiento sustancialmente mayores que aquellos que se aprobaron para uso normal.