Publicado: Jue, 28/03/2013 - 11:30
Actualizado: Mié, 28/08/2013 - 22:08
Violeta Moizé es una dietista-nutricionista especializada en el tratamiento de la obesidad que trabaja en el Hospital Clínic de Barcelona. Desde hace trece años su labor consiste en apoyar y guiar el cambio de hábitos de aquellas personas que quieren adelgazar, por lo que está acostumbrada a escuchar en su consulta todos los mitos que propagan las dietas milagro.
¿Crees que tiene sentido despejar mitos en el terreno de la obesidad? Te lo comento porque hay profesionales sanitarios que reconocen haber tirado la toalla en vista de que es como apretar un globo (el aire se mueve hacia otra parte…).
Tiene muchísimo sentido. Tanto es así que hace poco “New England Journal of Medicine” (exactamente en enero de 2013, número 31, volumen 368, págs 446-464) publicó “Mitos, presunciones y hechos de la obesidad” tras revisar sistemáticamente la literatura científica existente sobre este tema. En este documento tomaron parte algunos de los grandes investigadores norteamericanos en nutrición, así que no soy la única que cree que tiene sentido luchar contra estas ideas equivocadas.
¿Hay unanimidad entre vosotros sobre lo que se debe hacer?
Bueno, creo que es muy importante que todos los profesionales sanitarios tengamos claro cual es la dirección que hemos de seguir para ayudar a nuestros pacientes a modificar un hábito. Es un trabajo, obviamente, que requiere mucha motivación, tanto del paciente como del terapeuta, y formación continua. Aquí tirar la toalla no existe. Pero no se trata tanto de aplicar un concepto teórico preconcebido (generalmente en la facultad), sino de actuar y facilitar que la persona sea capaz de cambiar su conducta. La mayoría de mis pacientes saben qué han de hacer, lo que no saben es cómo hacerlo con su realidad diaria, con sus valores, con sus necesidades íntimas, con sus placeres, con su estilo de vida…Todo esto es mucho más profundo que seguir unas simples normas lógicas.
Antes de que se publicara “Comer o no comer”, otros libros habían intentado poner un poco de orden entre tantos mitos. Sin embargo, no parece que hayan tenido éxito…
Mitos van a seguir surgiendo, esto no va a cambiar nunca. Todo el mundo tiene ideas... El problema no es tanto que surjan mitos como que la gente siga sin entender lo esencial. Lo que pasa con los mitos es que además de ser falsos son imposibles de llevar a la práctica.
Un ejemplo sería la dieta Dukan, ¿no?
Efectivamente. De una parte, lo que dice Dukan es falso. Pero también lo es que la gente pueda seguir de por vida su método: ¡la gente se cansa! Y ese es el problema, que un cambio susceptible de mejorar tu salud ha de ser de por vida. Si lo que propone Dukan fuera factible, pues vale, pero…¿la gente por qué lo deja? Porque se encuentra mal, porque llega un momento en que le apetece tomar hidratos de carbono, porque se siente privada de un montón de alimentos, porque se cansa del salvado de avena, porque no quiere comer lengua de ternera… es una propuesta completamente irreal.
¿Dukan dice que la lengua de ternera es buena?
Sí y lo más curioso es que desaconseja la lengua de vaca. Es completamente ridículo que entre los alimentos permitidos figure la lengua de vaca y entre los prohibidos la lengua de buey. ¿Qué diferencia puede haber entre una lengua de ternera y una de buey? Y, además: ¿quién come lengua?
Tampoco es que Dukan hile demasiado fino, precisamente, con los hidratos de carbono…
Prohibir totalmente la ingesta de hidratos de carbono es insostenible, entre otras cosas porque no hay alimentos puros en un solo nutriente. En su lugar, da mucho mejor resultado controlar lo que entra en la nevera. Algunos pacientes muy exitosos que he tenido reconocen que antes de cambiar de hábitos estaban completamente convencidos de comer bien. El problema es que muchas personas no se cuestionan esta circunstancia hasta que son obesas. Hasta entonces, comen lo que les echan.
¿Qué opinión tienes sobre los alimentos quema-grasas?
Un alimento concreto no puede quemar las grasas, es imposible. Además, y en todo caso, primero quemaría los hidratos de carbono y no las grasas… Nadie ha podido probar jamás que un único alimento tenga ese efecto.
Entonces…¿qué les decimos a los lectores de “Comer o no comer” que creen a pies juntillas que beberse un zumo de pomelo en ayunas quema las grasas?
Bueno, pues que no es cierto, pero que es una muy buena manera de empezar el día, pues ese zumo les aportará antioxidantes, vitaminas y les saciara un poco. Para quemar grasas hay que acudir al gimnasio y trabajar, ni que sea media hora, a una intensidad elevada. Ojalá en el futuro se invente un aparato que aumente nuestra combustión. ¡Cuando llegue ese día bastara enchufarse a él y ponerse a adelgazar! (risas).
Por lo que es tu experiencia, ¿cuáles son las creencias más erróneas de tus pacientes?
¡Uff! ¡Muchas! ¡Todas! Que beber agua en las comidas engorda, que el pan engorda, que la fruta de postre engorda, que mezclar hidratos de carbono y carne engorda…
¿No le echan la culpa a la “retención de líquidos”?
Bueno…eso es otro falso mito. La obesidad no es la consecuencia de retener líquidos. La obesidad se define como un exceso de tejido adiposo (grasa del cuerpo) que se asocia a algunas enfermedades. La retención de líquidos como tal no existe. Existe si hay algún problema renal, circulatorio, coronario…es decir, si hay una enfermedad. Pero quiero precisar que el sobrepeso y la obesidad se caracterizan por la acumulación de tejido adiposo, no de tejido hídrico.
Aunque muchas personas piensan que acumulan “líquidos”, en realidad acumulan “lípidos”, escrito con “p”…
Tal cual… (risas)
¿Se nos olvida algún latiguillo?
Bueno, hay gente que interpreta que pese a no comer nada engorda, cuando en realidad picotea a todas horas. Es lo que los anglosajones llaman “Mindfulness”. Sin embargo, esas personas piensan que engordan por los nervios, al interpretar que no comen tanto como para ganar semejante peso… Hay que ser consciente de lo que uno come realmente.
Al final trabajar la psicología es clave para cambiar de hábitos, ¿no es cierto?
Completamente. Muchas de los pacientes que atiendo se mueven en la ambivalencia: quiero y a la vez no quiero. Quieren bajar de peso, pero no quieren cambiar sus hábitos, porque lo que están haciendo, en realidad, es lo que ellos prefieren hacer, lo que les gusta de verdad. El problema es que ello les ha llevado a ser obesos... Entonces…¿cómo consigues que una persona haga algo contrario a lo que prefiere?. Ese es el auténtico problema. Los terapeutas tenemos que enfrentarnos a cosas muy intensas (pero, por supuesto, soportables). La primera es que tienes delante a una persona que ha venido a verte obligada, sea a causa de una enfermedad, de la presión de su círculo familiar, de lo que sea…. Está en la consulta sin querer estar. Además, viene a escuchar lo que ya sabe que le dirás: que lo que está haciendo no está bien. ¿Cómo no va a crear eso una resistencia o una ambivalencia? Los terapeutas hemos de aprender a manejar esa realidad y a transformarla en una oportunidad de cambio, evitando que estas personas se sientan frustradas y fracasadas.
Sí, porque a medida que una persona acumula intentos fallidos de adelgazar cada vez le cuesta menos ganar kilos y más perderlos…
Así es. Yo veo gente con un elevado grado de obesidad que, incluso después de operarse, tiene las mismas actitudes en relación al sobrepeso. Muchos me lo confiesan abiertamente, porque en mi consulta se reflexiona mucho. Al final, ellos mismos te dicen: “ya sé, ya sé, te estoy pidiendo un milagro…”, por más que sean conscientes de que los milagros no existen. Pero esto sirve para cualquier mortal: todos queremos grandes cambios en nuestras vidas con el mínimo esfuerzo. Tanto es así, que algunos se operan y al cabo de meses o años, vuelven a sentirse tentados por la última dieta de moda…¡incluso operados! ¡Es espectacular! ¡Incluso sabiendo que este tipo de aproximaciones son un verdadero fraude persisten en métodos condenados a fracasar! Por eso, yo no diría que son ellos los que fracasan, sino las dietas que siguen, que es imposible que den buen resultado.
¿Qué se les puede decir a quiénes interpretan que la razón de su exceso de peso es que le pesan mucho los huesos?
La causa del sobrepeso no es lo que pesan los huesos, como dije antes. El exceso de peso se define por la acumulación de tejido adiposo, no de hueso, algo que depende de la complexión de cada uno. En la práctica, se puede medir mediante instrumentos en el diámetro de la muñeca y en otras zonas del cuerpo… Por lo general, un diámetro equis de muñeca equivale a un tipo de complexión (pequeña, mediana o grande). Pero creo conveniente aclarar que todos los huesos pesan, por supuesto, pero que su tamaño no guarda relación alguna con los marcadores de adiposidad.
¿Y qué decimos de las cremas para adelgazar durmiendo?
Cualquier producto que prometa adelgazar a una persona sin necesidad de mover un dedo nunca puede llegar a funcionar. Esto vale para los aparatos de gimnasia pasiva, para las firmas de ropa interior que prometen quemar la grasa corporal, para las cremas que sostienen adelgazar durmiendo (¡ya quemas calorías cuando duermes! ¡lo que no vas a poder quemar son calorías extras!...) y para la mayoría de productos de herbolario que carecen de fundamento científico alguno. Es imprescindible que una persona que ha tomado la decisión de adelgazar readopte una posición activa y no pasiva durante el tratamiento.
Ya para acabar: ¿cuál es la clave para cambiar de hábitos?
Cambiar de hábitos es complejo, pero no imposible. Con la ayuda adecuada, el proceso siempre es más fácil. En última instancia, la clave es hacer algo que te compense, que te motive, que te guste y para eso es muy importante conocerse bien a uno mismo. Nosotros utilizamos, incluso, la programación neurolingüiística. La cuestión es saber cómo es la persona que tienes delante para poder ayudarla mejor. Lo que está claro es que a una persona no puedes plantearle algo que no le guste porque tarde o temprano lo dejará de lado: nadie hace lo que no quiere hacer, incluida mi hija de cinco años, que también se revela cuando le propongo que haga alguna cosa con lo que ella no está de acuerdo, lo que nos lleva al final a acabar pactando... Si tú le dices a la gente lo que tiene que hacer es muy difícil que funcione. El objetivo es que ellos decidan lo que han de hacer para mejorar su vida. Y que esos cambios estén en consonancia con su manera de ser, con sus posibilidades, ideas, aptitudes, habilidades y por su puesto, con su realidad.
Para saber más de Violeta Moizé:
- 1993-1996. Diplomada en Dietética y Nutrición Humana por el Centro de Enseñanza Superior de Nutrición y Dietética. (Universidad de Barcelona).
- 1997-1998. Master en Nutrición y Alimentación. Instituto de Salud Pública de Cataluña. (Universidad de Barcelona).
- 2000-2001. Nutricionista colaboradora en el Diabetes Prevention Program Study Group (DPPSG) (New York)
- 2000-2001. Nutricionista colaboradora en el Van Italli Center. St. Lucke´s Roosvelt. New York.
- 2001. Certified on Obesity Management. American Dietetic Association. (New York).
- 2005-2007. Licenciada en Ciencia y Tecnología de los Alimentos (CTA) por la Universidad Autónoma de Barcelona.
- 2008-2010. Máster Oficial en diseño y desarrollo de nuevos alimentos. Universidad de Barcelona
- 1998. Miembro de la Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas (AEDN).
- 1998-2000. Nutricionista Unidad de Nutrición Humana. Universidad Rovira i Virgili. Reus.
- 1998-2000. Nutricionista-Investigadora del Hospital Sant Joan de Reus. Reus 2000-2001. Nutricionista-investigadora en Obesity Research Center. Columbia University. (New York).
- 2001-2008. Miembro de la Society for the Study of Ingestive Behavior (USA)
- 2001-Actual. Dietista-Nutricionista Unidad Funcional de Obesidad. Hospital Clínico (Barcelona).
- 1996- Actual: miembro de la Asociación Española de dietista-Nutricionistas.
- 2003-Actual. Miembro del La sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO).
- 2009. Miembro del Comité científico de Nutrición y Dietética de la Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad (SEECO).
- 2012-Actual. Miembro de la federación Europea de expertos en Obesidad
- 2003-Actual. Dietista-Nutricionista del equipo del Instituto Quirúrgic Lacy, Quirón. Hospital Quirón Barcelona.
- 2007. Miembro del grupo de trabajo en Cirugía de la Obesidad y del programa Optiprogram ® (Nestle)
Tareas editoriales y docentes:
- Coedición de la 1ª Edición del libro “Nutrición y Dietética Clínica”.
- Coordinación de cursos de Obesidad en Atención Primaria.
- 11 Capítulos de libro Participante en la elaboración de guías clínicas de tratamiento de la obesidad y de material didáctico.
- 16 Artículos en revistas internacionales.
- 25 Ponencias en jornadas y congresos nacionales e internacionales sobre obesidad.
- 55 Comunicaciones en congresos nacionales e internacionales.
- 51 Cursos nacionales e internacionales impartidos