Publicado: Jue, 16/01/2014 - 08:35
Actualizado: Vie, 17/01/2014 - 08:44
Aunque en cuestión de fogones cada maestrillo tiene su librillo, algunos autores se han atrevido a dar un paso al frente para proponer una fórmula magistral con la que cocinar algunos alimentos. Si en su día publicamos la ecuación para los espaguetis, ahora hacemos lo propio con las patatas fritas y el bistec.
El 30 de marzo de 2000 la web de Radio Caracol publicó que un científico griego había descubierto, supuestamente, la fórmula matemática para conseguir unas patatas fritas perfectas, según un estudio que acabó publicando la revista científica británica “New Scientist”. Así, Maxda Krodiga y su equipo de la Universidad Técnica de Atenas estudiaron durante un año todas las variantes de la patata (humedad, dimensión y tiempo de cocción), que plasmaron en seis ecuaciones matemáticas que, en su opinión, encerraban el secreto de la perfección de la patata frita.
Muy básicamente, el “secreto” consiste, en pelar y cortar las patatas en tiras de cuatro centímetros de largo por uno de ancho. Una vez peladas y cortadas, las patatas han de colocarse durante dos minutos en el horno microondas a la máxima potencia. A continuación, se debe calentar el aceite vegetal hasta que alcance los 170 grados y sumergir en él las patatas para feírlas durante 12 minutos y 30 segundos exactamente.
Según recogió en su día esta web, según el inventor de la ecuación “la investigación dejó claro que la humedad de la patata es esencial. Los dos minutos en el horno microondas las secan lo suficiente como para evitar que se queden blancas y aceitosas”, declaró Krodiga.
El filete perfecto
Más recientemente, el 20 de noviembre de 2011, Javier Heras, periodista de“El País”, publicó un artículo titulado “La ecuación del filete perfecto”, basándose en el monumental libro “Modernist cuisine: The Art and Science of Cooking” (en total, seis volúmenes y 2.400 páginas).
A continuación entresacamos un párrafo del texto:
(…) “¿En cuantos libros de recetas hay ecuaciones para hacer bien una carne a la plancha? “las fórmulas de trasferencia térmica pueden anticiparnos el tiempo de cocción”, justifica el autor. Una gráfica muestra que la mejor manera es darle la vuelta al filete cada 15 segundos: la trasmisión de calor será más uniforme. Además, la ecuación de Jean Baptiste Fourier muestra que un bistec el triple de grueso que otro debe cocerse nueve veces más de tiempo (el cuadrado del incremento de grosor”.
Sin embargo, y pese a estas fórmulas matemáticas, las ecuaciones y fórmulas magistrales no tienden a considerar que cada guisante es diferente al otro (variedad, peso, tamaño, zona geográfica donde fue recolectado) y lo mismo parecido puede decirse de la carne (edad del animal cuando fue sacrificado, alimentación que recibió, porcentaje de grasa) por lo que estás fórmulas, pese a presentarse como perfectas, son más bien orientativas…